sábado, 23 de febrero de 2013

Amado Señor:



Te agradezco por este nuevo día SÁBADO
Estoy bendecido/a porque eres un Dios que perdona
y un Dios que comprende. Haz hecho tanto por mí y te mantienes bendiciéndome.
Perdóname en este día por todo lo que he hecho, dicho o pensado y que no te haya agradado.
Por favor, mantenme seguro/a ante todos los daños y peligro y aléjame De toda ocasión de pecar.
Ayúdame a empezar este día con una nueva actitud plena de gratitud. Déjame hacer lo mejor de cada día para limpiar mi mente y así poder escucharte y albergar tu Santa Palabra dentro de mi corazón y siempre obrar conforme a ella.
Que pueda aceptar todas las cosas sobre las que no tengo control.
Permíteme ver el pecado a través de tus ojos ,
y cuando yo peco, permíteme arrepentirme, y confesar con mi boca mis malas acciones, y recibir tu perdón.

Y cuando este mundo se cierra contra mí, déjame recordar el ejemplo de Jesús, de escurrirse lejos y encontrar un lugar tranquilo en donde orar. Sé que cuando no puedo orar, Tú escuchas a mi corazón.
Continúa usándome para hacer Tu voluntad.
Continúa bendiciéndome para que yo pueda ser una bendición para otros.
Mantenme fuerte para que yo pueda ayudar al débil. Haz que pueda tener palabras de aliento para otros y también rezar por los que están perdidos y no pueden encontrar su camino. No pueden encontrarte por no entender que tu siempre estás a nuestro lado en todo tiempo y espacio y por eso no te conocen íntimamente… por no creer.

Cuida a cada miembro de nuestra gran familia católica.

Que la paz, el amor y el gozo reine en cada iglesia doméstica , y que puedan entender que no hay problema, circunstancia, o situación más grande que Dios.

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